Este ritual es tan sencillo como eficaz, solo tenemos que ir al mar y meternos en el agua llevando siete piedrecitas en las manos. Cuando tengamos el agua a la altura de las rodillas , giraremos en el sentido de las agujas del reloj y pasaremos las piedras por nuestro pecho, arrojaremos una de ellas hacia el horizonte lo mas lejos que podamos. Caminamos un poco mas mar adentro y repetimos la operación, así hasta que hayamos terminado de arrojar las siete piedras. Finalizado esto ya podemos salir del agua.
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